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  • Watch Online / Una dama de calidad (1913)



    Desc: Una dama de calidad: Dirigida por J. Searle Dawley. Con Cecilia Loftus, House Peters, Peter Lang, Hal Clarendon. Sir Jeoffrey, un libertino disoluto, cuyo desprecio por el otro sexo se extiende incluso a sus propias hijas, recibe la noticia de la llegada de otra niña a la familia. La madre muere poco después y la niña, Clorinda, se cría entre los sirvientes sin una mano que la guíe. Fiel a su promesa de ignorar a su descendencia, Sir Jeoffrey no entra en contacto con Clo hasta su sexto año, cuando la encuentra jugando con su cuerno de pólvora en el gran salón de su castillo, Wildair, y la reprende severamente. La niña, que ha heredado el coraje y la fuerza de voluntad de su padre, no muestra miedo y, empuñando una fusta, golpea a Sir Jeoffrey con toda la furia de su pequeña ira. Su espíritu y audacia atraen la atención de Sir Jeoffrey, quien está encantado de encontrar suyo al niño. A partir de ese momento, la mantiene en su propia compañía, vestida con ropa de niño para ocultar su sexo, un miembro de su círculo lascivo. Ella crece en esta atmósfera de libertinaje y aprende a decir malas palabras, fumar y beber. Años más tarde, en un pabellón de caza, conoce al duque de Osmonde y otros grandes caballeros, quienes están sorprendidos por su vestimenta masculina y sus modales masculinos. Con un espíritu de piadosa benevolencia, Lord Twenlow envía a su capellán a Wildair Hall para censurar a Sir Jeoffrey por permitir que su hija creciera de este estilo salvaje. Clo escucha las protestas del capellán y se da cuenta del verdadero significado de sus hábitos imprudentes. Mientras tanto, su notoriedad ha llegado a Londres, y Sir John Oxon, el galán ideal de la ciudad, apuesta a que se ganará el corazón de Clo, no como un marimacho, sino como mujer. Llega a Wildair Hall la noche del cumpleaños de Clo y bromea sobre sus afirmaciones de destreza masculina. Picada por su burla para demostrar que tiene todos los atributos de un hombre, ella lo desafía a un duelo, en el que Sir John Oxon es derrotado. Sin embargo, su sarcasmo ha tenido efecto definitivo y, al sonar la medianoche, ella brinda por los nobles reunidos: "Mírenme por última vez vestida con pantalones". Posteriormente aparece en el Salón vestida con todas las galas de una dama de calidad, y desde ese momento pone todo su empeño en alcanzar legítimamente ese título. Sir John Oxon acumula todas sus artimañas para ganarse su corazón inculto, y ella finalmente es víctima de sus halagos. En secreto se encuentra con él en el jardín de rosas, pero públicamente lo desprecia en los grandes salones. Sin embargo, Oxon se gana su confianza y ella le otorga su primer beso en los labios, pero no sin un precio, pues en ese momento él le roba uno de sus rizos negros, prueba de su apuesta. Se apresura a regresar a Londres para alardear de su conquista, pero en un momento de ebriedad esconde el rizo para guardarlo, olvidando dónde. Clo espera su regreso y se sorprende cuando recibe la noticia de Londres de que se casará con una dama adinerada y con título. En este momento crítico de su vida, el viejo conde de Dunstanwolde le pide su mano en matrimonio y, molesta por haber desperdiciado sus afectos de manera tan ociosa, ella acepta. Media hora más tarde, conoce al duque de Osmonde y reconoce en él al hombre que ama. Fiel a su promesa, se casa con el conde de Dunstanwolde y se convierte en su devota esposa hasta que él muere dos años después. Sir John Oxon, al no haber podido encontrar su pareja y consciente de que Clo ahora posee riqueza, influencia y posición, intenta recuperar el corazón que tan despiadadamente había abandonado. Pero Osmonde ha triunfado sobre sus afectos, provocando que los celos y el odio se infiltren en el corazón de Oxon. Chance vuelve a colocar en su mano el rizo perdido, que sostiene sobre su cabeza como una espada de seda. Aturdida por el temor de perder el amor de Osmonde a través de la evidencia acusadora del rizo en una escena intensamente dramática en la que Oxon intenta forzar sus abrazos sobre ella, ella lo golpea en la sien con su fusta. Cae al suelo. Ella lo azota, el pálido.